Un nuevo proyecto, sus nervios y sus por qués

Ayer presenté uno de los mayores proyecto de mi vida. Un proyecto en el que llevo trabajando en él como 1 año y medio, y todavía me queda mucho, bueno os lo presenté en el blog de Una ventana a Nueva York, podéis verlo haciendo clic aquí.

Paso de contaros otra vez el rollo aquí porqué seguro que a muchos de vosotros os aburriría. Pero si que quiero contaros mis nervios y todas las inquietudes que he tenido a la hora de presentarlo.

Desde que empecé con el blog tenía un propósito claro, y era montar Have a Trip, es decir, una empresa en la que pode hacer viajes organizados por el mundo, aunque especialmente a Nueva York. Cuando empecé con el blog me puse en contacto con una blogger conocida, para pedirle consejo. Mi gran error fue desvelarle mi proyecto, los viajes organizados.

Cuando empecé con ésto del blog de Nueva York, yo tan solo tenía 15 años, así que hasta que no tuviese los 18 años. A las dos semanas, ésta blogger presentó éste proyecto, y como ya me esperaba, ha sido todo un éxito.

Así que cuando me decidí a presentarlo, estaba muy inseguro porqué la idea ya estaba en el mercado, así que no sabía que hacer. Me lancé, y decidí que era ahora o nunca, además ya me había comprometido con el público del blog a desvelar les el secreto el día 24 de Junio.

Una semana antes, ya lo hice con las newsletters, y ya me demostraros una maravillosa acogida. Ayer lo presenté en el blog, y la respuesta fue todavía mejor, y eso me carga mi maleta de más ilusión y de muchas más ganas para trabajar, y para seguir luchando por un sueño.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Ésta fue la frase por la que dice, es mi momento, toca lanzarme. Empieza una nueva vida, empiezan nuevos proyectos.

Ánimo a todo el mundo a que empiece sus proyectos. Todo eso que tienes en mente vale, y seguro que tienes un público al que le gusta, no, le encanta. Disfruta con lo que haces.

Feliz día

Vicent

Harrods, unos grandes almacenes de lujo en pleno centro

El día en la ciudad continuó. Porqué nosotros estuviésemos de visita en la ciudad, en Londres no iba a decaer su ritmo, y eso me encantaba. Ver el ritmo de las grandes ciudades es algo que siempre me había impresionado.

El cansancio empezaba a manifestarse, porqué después de tanto subir y bajar escaleras en el Madame Tussauds. El ritmo de los 12 componentes del grupo iba decayendo poco a poco, aunque también tengo que decir que el día de antes ya les avisé que el día de hoy iba a ser frenético.

Llegamos a Harrods, bueno, antes de llegar a Harrods teníamos que pasar por una de las calles comerciales más importantes de la ciudad con tiendas como Hugo Boss, Cartier... Lllegamos a Harrods, y era mucho más impresionante que cuando lo había visto en imágenes.

Entramos por una de las puertas laterales de los Grandes Almacenes y ya te podías quedar con la boca abierta.

Todo era subir pisos y más pisos, y cada planta era más impresionante que la de antes. Que si sus impresionantes chocolates, que si sus tées, que si sus restaurantes, que si su ropa, que si la de souvenirs...

Había de todo lo que te puedas imaginar, pero eso sí, para un público de clase alta. Lo que me sorprendió de estos almacenes, a parte de grandiosidad y demás, fue que la mayoría de sus clientes y trabajadores eran asiáticos y árabes.

Obviamente no se me pasó en ningún momento por la cabeza, comprar me algo. Bueno sí, unos zapatos, pero al darle la vuelta y ver el precio (599 libras) las dejé de repente.

Las imágenes no son extremadamente buenas pero es que la luz de Harrods era bastante mala para hacer fotos, lo siento.

Feliz día

Vicent

El Madame Tussauds de Londres, todo un espectáculo

La verdad que para ser el segundo día ya habíamos hecho muchísimas cosas, y yo más feliz que una perdiz porqué era un viaje que llevaba planeando 5 meses enteros.

Veníamos del paso de cebra de los Beatles, bueno, realmente no, porqué yo me apunté que teníamos que coger un bus para ir hasta la zona del Madame Tussauds y llegamos a las afueras de Londres, cosa que nos suposo bajar del autobús, coger el metro y llegar a la zona del Madame Tussauds.

Si viajas a Londres te aconsejo que nunca cojas el autobús, excepto el 159 en dirección al Big Ben para poder ver sentado en un autobús de linea regular las zonas y monumentos más conocidas.

Al tema, llegamos a la zona dónde estaba el Madame Tussauds, y buscábamos un lugar donde poder comer. Al final lo hicimos en un especia de Pub inglés que estaba justo al lado del museo. Con ésta comida los ingleses me demostraros que el bulo que se ha creado entorno a la comida en Londres es cara, es toda una mentira, comimos super bien y a un precio muy bueno. Sobre unas 12 libras.

Teníamos la visita al museo reservada desde España para entrar sobre las 16:00-16:30h. Así que a las 16:00h ya estábamos en la puerta porqué había una cola muy larga. Entramos, y la cosa ya pintaba muy bien.

Cuando compramos las entradas del museo, nos costó muchísimo decidirnos si comprar las o no, porqué muchas personas nos decían que era una perdida de tiempo y de dinero, pero todo lo contrario. Disfrutamos todos como unos enanos.

Qué si foto con Marilyn Monroe, que si con Barack Obama, que si con Brad Pitt...

Fueron 2 horas muy intensas y con muchas celebridades, pero fue todo un espectáculo.

Feliz día

Vicent

El paso de cebra de los Beatles en Abbey Road

El viernes que estuvimos en Londres fue uno de los más ajetreados que tuvimos en la ciudad. Hoy, después de ir a a Hyde Park, y la ruta por los Landmarks, nos tocaba ir al secreto mejor guardado del viaje, el pase de cebra de los Beatles.

Salimos del pleno centro de Londres con metro. Era sobre la 1 y estábamos buscando un lugar para comer. Pasábamos de comer algo en la zona en la que estábamos porqué al ser pleno centro de Londres, las cosas serían extremadamente caras. Así que cogimos el metro, y nos apartamos de los millones de turistas que estaban visitando la ciudad.

Llegamos a Abbey Road, lugar donde se encontraba la sorpresa que tenía preparada para el grupo: el paso de cebra de los Beatles. Llegar a esa zona fue un cambio completamente radical, ya que, pese a ser un barrio londinense con mucho encanto, no había tanta gente como la que estaba acostumbrado a ver en lo que llevaba en la ciudad.

Cuando busqué información sobre el paso de cebra de los Beatles, encontré que era un paso de cebra cortado y reservado para hacerte las fotos, pero no. Todo lo contrario. Era un paso de cebra en una calle bastante transitada por vehículos.

Así que ahora venía lo más gracioso, teníamos que encontrar un lugar entre coches por la izquierda y coches por la derecha para hacernos la foto el grupo entero, es decir, 12 personas. Primer intento, nada. Segundo intento, nada, tercer intento, el autobús casi nos pisa porqué eramos demasiado, cuarto intento, lo conseguimos.

La gente que estaba al rededor se lo paso bien con nosotros, porqué al ser todos los demás grupos de 3 a 5 personas, y de repente llegar nosotros a hacernos la foto, fue muy gracioso.

Al lado del paso de cebra se encontraba un discográfica y una pared donde escribir lo que tu querías para los Beatles. Tenía algo especial esta zona…

Los landmarks de Londres

Veníamos de ver Hyde Park, y la verdad que había sido toda una pasada, porqué además de un parque bonito, recargamos energía para un día muy intenso.

Después del precioso parque de Hyde Park, tocaba ir a ver el cambio de Guardia en el Palacio de Buckingham. Si que es verdad que el miércoles antes de salir de España mira todas las direcciones a las que teníamos que ir y como llegar a ellas, y desde el Google Maps todo parecía más fácil. El primer día contábamos con la ayuda de mi prima, pero hoy trabajaba, y yo tenía que conducir a todo el grupo por una ciudad que no había estado en mi vida.

Nos perdimos, claro estaba. Muchas calles era iguales, y pregunté a varios londinenses como ir a Buckigham Palace, pero lo más fuerte es que ellos no sabían ni llegar. Así que íbamos deambulando por pleno centro de Londres a las 10:40h cuando el cambio de Guardia era a las 11:00h. Todo iba maravilloso ¿Notáis mis nervios?

Giramos una calle y vimos a unos guardias montados a unos caballos que iban vestidos de la indumentaria de seguridad del Palacio, y, literalmente, como locos nos pusimos a correr detrás de ellos. Lo más fuerte de todo, es que el palacio estaba una calle justo detrás de donde estábamos nosotros y nadie sabía decirnos donde estaba.

Llegamos allí. No le recomiendo a nadie que vaya a verlo. A parte de hacer bastante frío, no es nada del otro mundo, y los 45 min que perdimos viendo lo, los hubiésemos podido aprovechar para poder ver otra cosa, pero no podíamos ir a Londres y decir que no habíamos visto el cambio de Guardia.

Después nos fuimos al Big Ben y la casa del Parlamento. Por fin asocié que estaba en Londres. La imagen que tanto había visto en Antena 3 Noticias o en Informativos Telecinco cuando conectaban con sus corresponsales en la ciudad, estaba delante de mis ojos.

Justamente al lado de esos monumentos, estaba la Abadía de Westmister, pero la estrada valía £18, y íbamos con presupuesto Low-cost. Después de aquí, nos fuimos a un lugar muy especial y totalmente alejado del centro. Un lugar sorpresa para el grupo, pero que sabía que les encantaría ¿Quieres saber dónde? A la semana que viene te lo cuento.

     

Hyde Park, el pulmón de Londres

Hay momentos de un viaje que necesitas reponer un poco de energía porqué la noche anterior no has podido descansar la suficiente. Después de nuestro primer día en la ciudad, tocaba empezar el segundo y lo hacíamos en Hyde Park.

Siempre he adorado los grandes parques, lo más probable es que se porqué en mi ciudad eso escasea bastante, o sino también porqué yo no suelo regentar los a menudo.

1.4 km de largo por 1.4 km de ancho, y tan solo 1h y 30 minutos para poder verlo. Sobre las 9:00-9:30h llegamos al parque y a las 11:00h era el cambio de Guardia en el Palacio de Buckingham, así que íbamos un poco mal de tiempo, pero confiaba mucho en el grupo.

Precioso, esa es la palabra que no paraba de repetir en cada paso que daba por éste precioso parque. Lo más bonito fue, cuando llegué al lado de un cisne. Nunca había visto un animal tan precioso y con tanto derroche de elegancia, excepto por algunos que les salían uno hilos verdes.

Recomiendo a todo el mundo ir a éste parte, pero que no se emocionen con la idea de ver un ardilla, porqué es todo un error, yo no vi a ninguna y me llevé una gran desilusión, pero estaba en Londres así que aquí todo era consolable.

   

¡Hola Londres!

Hace un mes y medio más o menos visité Londres, la ciudad que llevaba tanto tiempo deseando visitar. 4 días, bueno, mejor dicho 4 intensos días, calculados al milímetro, y con muchas muchas ganas de disfrutar de la ciudad.

El día 1 de Mayo salió nuestro avión de Alicante rumbo a Londres.  Siempre he sido de los que las noches de antes de un viaja nunca puedo dormir, así que esta vez no iba a ser diferente. Me acosté a la 1:15 de la noche y me levanté a las 6:00h. Bien está ¿No?

Hacía años que no subía en un avión, tenía ganas de volver a sentir esa sensación de despegue y la de aterrizaje. A las 13:40 no salía nuestro vuelo, o eso creíamos. Retraso de una hora, y todos los planes para esa tarde en Londres se deshacen por completo, aunque después de varias meditaciones consigo poner actividades para esa tarde.

Cogemos el tren del aeropuerto a Victoria, y una vez allí por fin siento que estoy en Londres. Miles de personas corriendo, de aquí para allá y a su bola, pero sobre todo, mucha mucha gente.

Compramos las Oyster, y cogemos el metro para ir al hotel. Llegamos, el hotel estaba mucho más cerca de la estación de metro de lo que nos pensábamos. Dejamos las maletas, y sobre las 19:30 salimos rumbo a la catedral de San Paul.

En cuanto a la lluvía… parecía que hubiese una señora en un balcón arrojándola.

La Catedral es impresionante pero es mucho más impresionante cuando están en el Millenium Birdge y ves todo el skyline de la ciudad, ahí por fin dije ¡Londres, me quedo a vivir aquí!

Desde que llegamos al hotel, estábamos con mi prima Lidia, ya os he hablado varias veces de ella, que reside en Londres desde hace 3 años. Nos llevo a una pizzería maravillosa llamada Pizza Express. Si, el nombre engaña bastante. Dos pisos de pizzería con puertas giratorias, y unas pizzas enormes. Nosotros nos sentamos en el piso de arriba, y lo mejor del restaurante es que tiene vistas al Támesis por la noche.

Después estábamos muertos. Algunos de nosotros llevábamos desde las 6 de la mañana despiertos, así que dimos un paseo por al lado del río hasta la boca de metro más cercana. Tuvimos las suerte de pasar por al lado del edificio Shard, el más alto de la ciudad.

       

Un mundo bajo mis pies

Qué si tienes que estudiar, que si tienes muchos deberes, que si el mes que viene tienes actuación, que si el jueves tienes ensayo...

Así soy yo, no puedo parar quieto ¿Si no para que he nacido? Hay que aprovechar la vida al máximo, y si no tenía bastante con el blog de Una ventana a Nueva York, y colaborando con El código Gutenberg, voy y planto otro blog en internet.

Una ventana a Nueva York se ha convertido en un blog nicho, es decir, un lugar en el que el lector acude única y exclusivamente para buscar información de Nueva York, así que no podía fastidiarlos con mis entradas de viajes, sorpresas, regalos, experiencias...

Así nace Un mundo bajo mis pies. Mi pequeñín mimado, o al menos es así como lo he llamado, el lugar donde me siento más libre y donde pretendo enseñaros un poco de todo: mis viajes, mis experiencias, mis descubrimientos...

Ahora si que sí, ¡empezamos otra aventura!

Vicent